Una cocina mostaza

Cómo pasar de una cocina noventera a una cocina con personalidad.

Esta cocina fue reformada por última vez en los años 90, pero apenas se había usado. Tanto los muebles como la cocina de gas estaban intactos, así que solo hizo falta un poco de pintura para darle una nueva vida. 

Aunque es una cocina bastante pequeña tiene dos ventanales que la hacen muy luminosa, por lo que en este caso, nos podíamos permitir el lujo de pintar los muebles de un color más subido de tono. 

Los tiradores antiguos se sustituyeron por unos pomos de madera en color negro. 

Los azulejos se pintaron en color blanco roto, y para la cenefa optamos por una vinílica con un patrón de azulejos hidráulicos. 

La encimera se pintó con textura marmoleada, con una pintura resinada muy resistente y especifica para encimeras.